- Sábado 14 de diciembre
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En una nota editorial publicada en el diario El Observador, Luis Majul cita a Javier Milei, aunque no lo hace de manera directa, tal vez para protegerlo. Allí el columnista describe a un presidente exultante, entre la “motosierra” y la “licuadora”, a pesar de que el viernes su gobierno anunció que debía retirar el paquete impositivo del proyecto de ley ómnibus que envió al Congreso. Eso incluye la pretensión de subir las retenciones, para recaudar unos 1.500 millones de dólares adicionales de los productores agropecuarios.
En uno de los textuales más preocupantes destrata a los sectores del agro, calificándolos de "valijeros", en referencia a que estarían entregando valijas con dinero a los legisladores para que no se aprueben ciertos artículos de la Ley Omnibus.
“Tenemos identificadas a las valijas y a los valijeros. Hay decenas. Los del tabaco. Los del biodiésel. Los del aceite. Tenemos identificada, en especia, a una aceitera, la gran lobbista de las retenciones. Cada uno de ellos va a quedar en evidencia, detrás de cada artículo en particular”. Esa es la frase que, entre comillas, Majul atribuye al Presidente Milei.
No resulta difícil adivinar a quiénes se refiere al Primer Mandatario, quien curiosamente sugiere que los coimeros están todos vinculados a actividades de base agropecuaria y no a petroleras, a mineras, o a bancos, o a empresas pesqueras extranjeras, o a compañías que ensamblan electrodomésticos en Tierra del Fuego. Todos esos lobbies, que claramente también jugaron en la discusión de la ley, pero que son ignorados ex profeso en el discurso presidencial.
Mientras el presidente prefiere la confrontación al diálogo sigue incumpliendo su promesa de bajar retenciones, un impuesto que el Estado le pone a la producción y que está en las antípodas de cualquier plataforma liberal.